Mi primer encuentro con una Beliz “Master 74” fue en mercado libre, pensé que era algo hecho por un artesano sin ningún valor, en ese tiempo recién empezaba mi mundo de recolector, no la compre, la pase de largo.
Tiempo después Roberto Andersen y Eduardo Puppo presentaron “La Historia del Tenis en Argentina” y fue mi brújula para desentrañar un mundo que creía conocer, me alivianaron el camino, la enciclopedia me seguía por toda la casa.
Un día empezó la búsqueda de quien fuera el fabricante de la Beliz o de su descendencia fui derecho a las redes sociales, Facebook y en el teclado las letras B E L I Z, después ver la ciudad cerca de Rosario, prov. de Santa Fe y empezar a molestar a las personas con la misma pregunta ¿Sos pariente de Nicanor Beliz?, a los dos días llega una respuesta “es mi bisabuelo”, llegó el contacto y conocí a Raúl Beliz (hijo de Nicanor) muy amable aceptó contarme su historia y la de su padre.
Vivir en Chubut y tener que recorrer 1.600 kilómetros no son fáciles de hacer entender a la esposa de nadie, como siempre me las ingenie para caer bien parado y estando de vacaciones en San Luis me tome un día y me acompaño Marcela, mas allá del GPS al llegar a Pilar tenía que mirar hacia arriba ya que el cartel de la fabrica seguía allí como un faro, se podía ver desde la ruta y llegue, Raúl me contó su historia y la de su padre, como la de todos los fabricantes de raquetas un historia increíble!
En 1945 mi papá era jefe de la sección de Pianos, de la 1° fábrica que hubo en Sudamérica y uno de los dueños le permitió a mi papa hacer los moldes ya que jugando al tenis con una raqueta importada perdió y como excusa dijo “lo que pasa es que estas raquetas no sirven me voy a hacer una, porque esta no sirve para nada”, causo gracia y burla porque era como decir mañana me voy a hacer una nave para ir a la luna y no lo había dicho en broma lo dijo en serio, empezó a hacer unos moldes en la fábrica de pianos fuera de hora y le permitieron hacer láminas a lo que le llamamos el contorno de la raqueta, esas famosas 7 láminas que conforman el marco de la raqueta, hizo una con todos sus errores, sus defectos, la llevó a encordar a la ciudad de Santa Fe que esta como a 80Km a una casa de deportes y se fue a jugar con esa raqueta y cuando la vieron le dijeron te hiciste la nave para ir a la luna, me la prestas y pucha por qué no me haces una y así empezó, la hizo en una madera que los indios le llaman “palo Indio” porque la usaban para hacer los arcos y flechas por la flexibilidad que tiene y era la única madera que soportaba el proceso de fabricación de los agujeritos para que pasen las cuerdas, el conocía la madera por que llegaba a la fabrica y soportaba bien el corte de 2mm, entonces la hizo con esa madera nacional , en Europa se hacía con Fresno que es una madera parecida pero que tiene a favor que es más liviana y en contra que no tiene la resistencia de esta madera y nosotros teníamos que sacrificar no hacerla toda de “Wayaibi” (palo indio) porque era muy pesada y le incorporamos álamos , cedros para alivianarla.
La primera raqueta estuvo inspirada en la Dunlop Maxply Fort que mi papá le copio hasta la calcomanía y en vez de Maxply decía Beliz que después fue la Beliz “De Lujo”, no fue la primera que hizo pero nuestro caballito de batalla fue la Beliz “de Lujo”, hemos hecho más de 150 modelos de marca propia y para terceros, cuando Dunlop nos pide que le fabriquemos la Maxply en el país nos piden que le enviemos una semi elaborada para ver como la hacíamos y nosotros le pedimos que nos manden una semi elaborada de la Maxply así que la nuestra fue para Inglaterra y la de ellos vino para casa y las bases era muy parecidas.
Fue haciendo 2, 3, 8, 10 raquetas hasta que llegó un punto en que con las 8 horas de trabajo en la fábrica de piano no le quedaba tiempo entonces, justo lo nombran empleado en el correo, él en la fábrica ganaba $120 por 8 horas y en el correo trabajaría medio día por $240 duplicó sueldo por menos trabajo y eso le dejaba las tardes libres, con el tiempo pidió 6 meses sin goce de sueldo se lo otorgaron y cuando quiso pedir otros 6 meses y no se lo dieron, dijo “bueno me largo”, pero hablando de 25, 30 raquetas por mes y llegamos a 4.000 mensuales y 4.000 no nos alcanzaban el consumo en el país era de 7.000. Nosotros fabricamos 4.000, se fabricaban otras 2.000 en el país y había un faltante de 1.000 raquetas esto pasó durante los años 82,83,84 en esa época fui a Italia a comprar una Fabrica, fui la vi y la compre sin pagarla, me traía la maquinaria para mejorar mi producción, 16.000 raquetas semi elaboradas cuando yo las terminaba a las raquetas en 4 meses y vendía la producción me pagaba con eso la fábrica, estuve con Minutin, Campero, Russo toda gente de Alfonsín, no me dejaron entrar la maquina porque era usada, acá en el país no se fabricaban esas máquinas, todas las máquinas que teníamos para fabricar raquetas las hacíamos nosotros y eso que Stubrin y Russo eran de acá de Santa Fe y no hubo caso no la dejaron entrar y perdimos esa oportunidad para completar, en eso abren la importación en el 90 y nos fundió, trabajamos 3, 4 años a perdida y por ser nacionalista o tonto no sé bien que palabra usar, yo podía importar raquetas que las podría vender Juan Pérez y nunca se iban a enterar que era yo el que las importaba, eran una porquería y no las aceptamos y a mi papá lo buscaban para ser importador y éramos tres mi papá , mi cuñado y yo y ninguno de los tres quisimos dedicarnos a la importación, las raquetas entraban baratas venían de Pakistán y eran una porquería y no les teníamos confianza , tendríamos que haber buscado un tercero que las venda pero no lo hicimos y nos matamos solos.
Dunlop, Slazenger, Wilson, La Cuerda Floja, Condor, Adidas, Las Winner se las hacíamos a la casa de deportes America Sports ellos tenían la marca Winner de raquetas y las comercializaban nosotros a algunos modelos les poníamos fabricadas por Beliz, a Wilson también le fabricamos y nos pedían que no pongamos industria Argentina pero nosotros se lo poníamos igual con un adhesivo, ya que podíamos tener problemas, a Mario Sport le hacíamos las Grand Slam.
Nosotros fuimos también los primeros en hacer raquetas de metal, cuando salieron las Wilson (T-2000) de metal esa que tenía un alambre en donde se enganchaba la cuerda y nosotros también hicimos un modelo igual, después hicimos otro modelo pero quemamos plata, de las de Acero que hacía Condor pasamos a las de aluminio.
Después también hicimos de grafito, había que crear a veces no sabias de donde agarrarte, experimentábamos, muy pocas raquetas salieron a la venta una 300 más o menos, me han quedado una raqueta de grafito y una paleta de padel que se las regale a mi señora y están guardadas en el ropero, puedo tener alguna otra guardada de otro modelo que fabricamos que era Kingdown.
Hace unos meses atrás Fantino en su programa hace un comentario “yo cuando era chico tenía un sueño que era una locura que para navidad me regalen una raqueta Beliz y vos sabes que mi viejo me regala una caja de herramientas, la PMQLP” viene mi hijo y me dice papa sabes que el loco de Fantino dijo esto y el otro y entonces le preparamos en una caja la reseña de Beliz y dos raquetas para que se le cumpla el sueño y tendrías que ver la alegría de ese cristiano con las raquetas en su programa de televisión y se reía solo.
Cuando Vilas tenía que terminar un torneo acá en Argentina y empezamos a fabricar raquetas para él con su marca, pero como estaba por terminar de jugar un torneo no se podía poner a jugar con otra raqueta entonces nos mandó 7 Wilson, nosotros la limpiamos completas e hicimos 7 Master 74 pero que debajo, era la Wilson Jack Kramer que usaba el ya que no podía ponerse a arriesgar a perder el torneo, le disfrazamos la raquetas, todavía debo tener los arreglos que le pusimos a la raqueta por acá guardados.
Nosotros nos fabricamos todo, compramos los cueros de vaca los cortamos, los limpiamos, las matrices, lo que si nos falto fue marketing alguien que se encargue de eso , lo que pasa es que estábamos enloquecidos ya que nuestra preocupación era fabricar las raquetas y no venderlas porque todo lo que fabricamos lo teníamos vendido, por ejemplo la gente de América Sports le mandábamos 1600 raquetas encordadas de Beliz y ellos querían 3000, teníamos 12 personas encordando todo el día les pagamos por encordado eran mujeres amas de casa que le llevábamos las máquinas de encordar raquetas y trabajaban desde su casa y no dábamos abasto, todas las maquinas nos las inventamos me quedo una perforadora de paleta de paddle pero después se fue tirando todo muchas porque eran específicas y te servían solo para eso y no tenían ningún valor y cuando entramos a hacer limpieza tiramos de todo, había 250 moldes de aluminio y cuando no los usamos más lo único que podíamos hacer con eso era venderlos como chatarra de aluminio, todo ese trabajo de hacerlos no le servía a nadie y por eso termino como chatarra de aluminio.
Hasta qué punto llevamos una vida de enloquecidos que un domingo a las 6 de la tarde salgo de Pilar santa Fe, el lunes a la 5 me embarco en Ezeiza para ir a Europa y el jueves a la 5 de la tarde estaba entrando a Pilar, fíjate que en esa época salía más barato viajar 21 días que ir por una semana, lo hacían para que la gente se quede mas y gaste en turismo y en la locura que estábamos que yo nunca me quedé una semana para conocer más los lugares.
Lo peor que nos paso fue abrir la importación a nosotros nos salía de fábrica US$ 20 y traída de Taiwán vía Chile con el encordado puesto US$ 19 eso nos mató trabajamos a pérdida por que estábamos fuertes en ese tiempo hasta hicimos un disparate que fue sacar un crédito para pagar las indemnizaciones para que la gente no quede colgada de un día para el otro.
De un empleado que pulía raquetas con otros se puso a fabricar e hizo las “Corsico” el hacia 200 por mes, había otro que hacía 100 raquetas por mes “Gmaer”.
“Tenes que actualizarte y fuimos a Italia a comprar las máquinas y no nos dejaron entrarlas al país por que eran máquinas usadas y yo aca en el país me invente todas las maquinas, yo era el loco que me gustaba inventar, a mi cuñado le gustaba estar más en la fábrica, termine gastando plata experimentado y haciendo cosas máquinas y todo perforadoras, la raqueta se perfora con una mecha toda dando la vuelta (taca,taca,taca,taca!!!) yo había hecho una punsoñadora de un golpe marcaba todo que y la máquina la tenía toda dibujada y no la podía hacer porque en la Argentina no había ni microcilindro ni microtaladro”.
“en un ataque de locura ya que teníamos depósitos con raquetas en etapa de elaboración y había que pagar los alquileres queme 18.000 raquetas que estaban en proceso de elaboración, una locura”
“De esta sabes las que queme, las matrices se tiró todo, a veces llama alguien y pregunta y eso me ayudó a sacarme un poco la bronca”
Por Martin Cora.